Tocadiscos

Descubriendo el atractivo atemporal de los tocadiscos

Con un tocadiscos podrás vivir la música como nunca antes. El sonido cálido y lleno de matices del vinilo no tiene rival y da vida a tus canciones favoritas de una forma que la música digital simplemente no puede igualar.

En plena era digital, podría parecer que los tocadiscos y los discos de vinilo pertenecen al pasado. Sin embargo, los tocadiscos han vuelto con fuerza y hoy son más populares que nunca. Desde audiófilos hasta amantes de la música, cada vez más personas redescubren el sonido y la experiencia únicos que solo el vinilo puede ofrecer.

Los aspectos técnicos de los tocadiscos

Un tocadiscos consta de numerosas piezas que funcionan al unísono para hacerlo girar. Aunque sus complejidades puedan parecer abrumadoras al principio, adentrarse en ellas te permitirá convertirte en un experto en tocadiscos y sorprender a tus amigos con tu conocimiento de los clásicos del vinilo.

El plato

El plato es el componente principal del tocadiscos donde se coloca el disco de vinilo. El plato gira a una velocidad constante, normalmente 33 1/3 o 45 RPM, para asegurar una reproducción fluida del disco. El plato, generalmente hecho de metal o plástico, es accionado por una correa o un motor de tracción directa.

El brazo fonocaptor

El brazo de un tocadiscos alberga la aguja, o lápiz, que traza los surcos en el vinilo mientras se reproduce el disco. El correcto equilibrio del brazo es esencial para asegurarse de que siga los surcos con precisión y no dañe el disco. El brazo también está equipado con un mecanismo anti-patinaje para evitar que la aguja salte.

La cápsula fonocaptora

La cápsula fonocaptora alberga la aguja, o púa, y la carcasa que se conecta al brazo del tocadiscos. Es la encargada de transformar el movimiento físico de la aguja al recorrer los surcos del disco en una señal eléctrica, que después se amplifica y se envía a los altavoces.

¿Qué es una RIAA? (Preamplificador)

El preamplificador fonográfico desempeña un papel crucial: amplificar la señal de la cápsula de audio giratoria y aplicar una curva de ecualización al sonido. La curva de ecualización, conocida como RIAA, se utiliza para equilibrar el sonido del disco, potenciando las frecuencias bajas y disminuyendo las altas. Sin esta curva, el sonido estaría desequilibrado y sería incómodo de escuchar.

Algunos tocadiscos cuentan con un RIAA incorporado, mientras que otros necesitan un preamplificador externo para el mismo efecto. Contar con un RIAA incorporado significa que puedes evitar el uso de una caja externa al conectar tu sistema y tocadiscos. Esto facilita la instalación plug-and-play, además de que el RIAA incorporado suele estar adaptado al tocadiscos específico. Sin embargo, la desventaja es que no se puede actualizar el RIAA sin reemplazar el tocadiscos completo.

No se trata solo de la música

¡TAMBIÉN DE LA ESTÉTICA Y LAS SENSACIONES!

Entonces, ¿por qué es genial tener un tocadiscos? Para empezar, reproducir vinilos ofrece una experiencia de escucha única y auténtica que no puedes conseguir con los servicios de streaming digital. Los discos tienen un sonido cálido y natural que los archivos digitales no pueden replicar.

Además, coleccionar vinilos es un pasatiempo muy agradable, y no tan caro como mucha gente cree. Puedes buscar discos raros o difíciles de encontrar y crear una colección que refleje tu gusto musical. Con más de 60 años de discos disponibles, hay un montón de opciones asequibles para elegir.

Tener un tocadiscos y unos cuantos vinilos en casa puede transformar al instante el ambiente, creando una atmósfera relajante que te ayuda a olvidarte del estrés diario. Elegir un disco, limpiarlo, preparar el tocadiscos y sentarte con tu bebida favorita para escuchar un álbum completo tal y como fue concebido puede ser una experiencia realmente serena. Escapar del constante “shuffle” de las listas digitales te permite sumergirte de verdad en tu música favorita.

Y, seamos sinceros: un tocadiscos le dará un toque superespecial a tu hogar. Eso es un hecho.